Dora Barrancos


Por Mariana Carbajal
Divertida como pocas a la hora de dar cátedra. Pero a la vez profunda y analítica, la socióloga, historiadora argentina y feminista Dora Barrancos fue distinguida por un importante centro de investigación español junto a otras doce mujeres del mundo, por sus aportes desde diversas disciplinas con una marcada vocación social.
Mujer y Ciencia: trece nombres para cambiar el mundo, es el título de la exposición en la que Barrancos y el resto de las elegidas –entre ellas la primera mujer ganadora del Premio Nobel de Economía– fueron homenajeadas la última semana en el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Evolución Humana (Cenieh), de Burgos, España. Barrancos, autora de varios volúmenes que abordan la historia de las mujeres argentinas y latinoamericanas, es actualmente directora del Conicet, por el área de Ciencias Sociales y Humanidades, elegida por el voto de la comunidad científica.
La noticia, dice Barrancos, la sorprendió. Todavía está conmovida, cuenta. Ignora quién puede haber propuesto su nombre para ese seleccionado de notables científicas –en el caso de la argentina, del campo de las ciencias sociales– que han hecho aportes tan diversos a la humanidad.
“La pasión por la libertad me llevó a apasionarme por el conocimiento, pero siempre he creído que éste sólo tiene sentido si contribuye a dignificar la condición humana”, dice Barrancos, ex directora del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, autora de Mujeres en la sociedad argentina. Una historia de cinco siglos y Mujeres entre la casa y la plaza, y compiladora de Historia y género, entre otras obras.
Uno de los objetivos del Cenieh es la comunicación de la ciencia y su traslación a la sociedad a través de diversas actividades. La muestra fue parte de ese proyecto. A Barrancos la eligieron “por su activismo social y feminista en distintos ámbitos que impulsan los derechos humanos, de género y sociales”.
La historiadora argentina resultó ser una de las cuatro latinoamericanas galardonadas por el centro de investigación científico español. Las otras doce mujeres premiadas fueron: la científica cubana Concepción Campa, creadora de la vacuna contra la meningitis B y C; la física mexicana Ana María Cetto, especialista bajo cuya dirección y membresía, dos instituciones recibieron el Nobel de la Paz en 1995 y 2003; la filósofa española Adela Cortina –por su aporte a la reflexión sobre ética, política y derechos humanos–; Lourdes J. Cruz, bioquímica filipina que ha contribuido al conocimiento de toxinas de moluscos.
También, fueron premiadas Flora de Pablo, médica española especialista en investigaciones sobre la insulina e impulsora de la actuación femenina en la ciencia; Jenny de la Torre, médica peruana-alemana impulsora de distintas actividades en pos de la atención médica y social y la erradicación de la pobreza; Susan George, politóloga y filósofa estadounidense/francesa, activista en Greenpeace; Jane Goodall, inglesa, especialista en el estudio de primates y activista en pos del desarrollo sustentable; Elinor Ostrom, politóloga estadounidense, primera mujer ganadora del Premio Nobel de Economía, que obtuvo en 2009; Vandana Shiva, filósofa y escritora ecofeminista de la India; Hayat Zirari, antropóloga marroquí especialista en estudios de género y militante feminista por la igualdad de derechos de las mujeres y contra la violencia de género; Tebello Nyokong, científica sudafricana dedicada a estudios sobre cáncer y a promover los derechos humanos y en especial la ciencia entre las mujeres.
La exposición, donde fueron distinguidas, se desarrolló la semana pasada y concluyó ayer, en el Teatro Principal de Burgos.
Fue organizada por la Cátedra Tomás Pascual Sanz-Cenieh. “Los trece nombres de esta exposición son de mujeres que desde las más diversas disciplinas, como la Medicina, la Economía, la Filosofía o la Física, entregan mucho más que una jornada laboral: crean redes, comunican, acompañan y denuncian, promueven y, en definitiva, nos demuestran que los avances científicos son válidos, merecen la pena, cuando van acompañados de la firme convicción de que la ciencia excede las probetas y los despachos y se expande al ancho mundo”, destacaron los organizadores.
La muestra, señalaron, apuntó a dar “un reconocimiento al talento aplicado al bien común, representado aquí en trece nombres que han de servir al mundo científico y a la sociedad en general de inspiración

Dora Barrancos, Inclusión/Exclusión. Historia con mujeres, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2002, 159 p.




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1La subordinación de las mujeres a la hegemonía patriarcal es uno de los aspectos que caracterizan a los procesos modernizadores que envuelven a la Argentina a lo largo de los siglos XIX y XX. Subordinación que se manifiesta a través de la exclusión de las actividades públicas, sancionada por leyes que niegan derechos civiles y políticos a las mujeres argentinas. Dora Barrancos historiza dicha hegemonía masculina/subordinación femenina a través de un juego pendular de exclusión/inclusión que coloca a las mujeres en los márgenes y las empuja a las luchas por la inclusión. Esta metáfora de la autora puede ser leída como la emergencia de discursos alternativos al discurso de la domesticidad (expresado en las leyes, la medicina, la educación, la literatura, la prensa), que relega a las mujeres al mundo privado y cuaja su identidad exclusivamente en la maternidad, al tiempo que las excluye del mundo público.
2El péndulo se mueve en significativos escenarios de la modernidad argentina: 1890, cuando la Revolución del Parque impugna al Estado Conservador; 1910, cuando el espíritu del Centenario canta sus loas al progreso; la década de 1920 donde desembarcan "los notables cambios de posguerra"; la década de 1930, años en que las "fórmulas tradicionales" se imponen sobre "las progresistas"; la década de 1940 en la que irrumpe y se consolida el peronismo; y por último, la década de 1990, los reaccionarios años menemistas. Es en estos escenarios, donde Barrancos despliega el accionar de múltiples protagonistas. De esta manera, la autora rescata el gesto de inclusión del libro La mujer y la política publicado en 1891, cuyo autor no sólo da vida a una protagonista, madre, viuda y gran lectora, quien orienta a su hijo para su actuar público, sino que también dedica los capítulos finales a la participación de Elvira Rawson y Eufrasia Cabral en el alzamiento armado de 1890.
3Dos opuestos mundos femeninos son comparados en los Congresos del Centenario, cuando se confrontan las voces de un feminismo "discreto y benevolente con los modales patriarcales" del Primer Congreso Patriótico de Señoras, con un feminismo "reformista" del Primer Congreso Femenino Internacional, exigente de los derechos civiles y cívicos, así como del divorcio. Portadoras de dicho reformismo son las médicas Cecilia Grierson y Julieta Lanteri, cuyo incesante accionar aparece como muestras de resistencia a la exclusión. La "renovación de los parámetros relacionales entre mujeres y varones" con la consecuente "alteración de los comportamientos exclusivos" son los resultados de los cambios de la primera posguerra y se manifiestan en el Tercer Congreso Femenino Internacional (1928) cuyas participantes, portadoras de ideas laicas y progresistas, si bien rechazan la etiqueta de feministas, son exponentes de la nueva subjetividad. En los escenarios de los 10 y los 20, Barrancos lee una inclusión con tributo a la exclusión, es decir la representación de las mujeres que actúan en el mundo público como una situación excepcional, que por excepcional merece mostrarse. Las fórmulas reaccionarias de los años 30 no impiden que en 1932 un agitado debate se produzca en el Congreso Nacional, alrededor de los derechos políticos de las mujeres. Debate que gira en torno al tipo de sufragio (calificado o irrestricto) y que parte del consenso hacia los derechos políticos femeninos. No obstante, la exclusión se impone sobre la inclusión y la ley es rechazada por el Senado. En 1947 las mujeres obtienen los derechos políticos gracias, y aquí interviene la singular interpretación de Barrancos, a la enérgica decisión de Eva Perón quien además de buscar el apoyo partidario, veía en su entorno el riesgo de la competencia, ante lo cual necesitaba legitimar su poder. Si bien la identidad feminista de Eva es un punto cuestionable, no lo es su nueva subjetividad, proveedora de intuiciones acerca de los nuevos lugares que las mujeres son capaces de ocupar. El relato concluye con la sanción de la Ley de Cupo Femenino en 1991 que garantiza un treinta por ciento de bancas parlamentarias, y es interpretada como el oportunista apoyo de un gobierno reaccionario que, aunque amplía los derechos políticos, cercena los derechos civiles y sociales.
4Si este conjunto de ensayos se inicia con una cita de Luce Irigaray invocando la alianza entre el hombre y la mujer, ellos concluyen con la esperanzada bienvenida a nuevos tiempos en los que dicha alianza aparece como posible: los tiempos de la inclusión y la equidad. Interesante recorrido histórico que puede leerse como una historia del feminismo argentino y que aporta no sólo datos sino también sugestivas interpretaciones.
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Para citar este artículo

Referencia electrónica

Graciela Queirolo, « Dora Barrancos, Inclusión/Exclusión. Historia con mujeres, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2002, 159 p. », Nuevo Mundo Mundos Nuevos [En línea], Reseñas y ensayos historiográficos, Puesto en línea el 07 febrero 2005, consultado el 14 diciembre 2012. URL : http://nuevomundo.revues.org/338



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