Alfredo María Bonanno, anarquista, de origen siciliano, rozando ya los setenta. Desde el inicio de los años 80 redactor responsable de publicaciones libertarias como Anarchismo y Provocazione, actividad por la que ha sido constantemente procesado y condenado por acusaciones de “propaganda y apología subversiva”.
Una vida dedicada a la difusión de un proyecto concreto, revolucionario, insurreccional, con todo lo que ello conlleva. Una vida dedicada a la identificación total entre la teoría y la práctica anárquica, y viceversa. Con algún que otro libro escrito en su haber más que muchos plumillas del régimen. A pesar de todo su obra es sólo parcialmente conocida por los lectores de habla hispana. Muchos son los que navegan todavía entre los tópicos difundidos por los media y los fervientes partidarios de la inacción y el inmovilismo nostálgico. Títulos suyos traducidos al castellano son La tensión anarquista y El placer armado, este último prohibido en Italia y con el que el autor pagó con nueve meses de encarcelación. Ser consecuente tiene su precio. Cuando en 1996 la fiscalía romana iniciara el macro proceso cuya principal acusación se basaba en la “creación y participación” en una banda armada denominada como ORAI (Organización Revolucionaria Anarquista Insureccionalista), de la que nadie jamás había oído mencionar, muchos se preguntaron por qué hombres serios, tanto como el lúgubre color de las togas, tendrían necesidad de jugar sucio para silenciar a un puñado de anarquistas condenándolos a decenios y decenios de cárcel.
Será posible que entre las páginas amarillentas de todos los códigos penales no haya recursos suficientes para frenarlos según sus propias reglas.     Los anarquistas quebrantan la monotonía democrática del aplauso general al régimen. Molestan, es necesario hacerles callar, y para lograrlo se necesitan medidas adecuadas.
En la noche del jueves 1ro de octubre, apenas faltando unos minutos para que iniciara el día 2 ―fecha fatídica, símbolo indiscutible de represión y barbarie, en México― un entrañable compañero me comunicó que, en horas de la mañana, había sido detenido nuevamente Alfredo Maria Bonanno. Esta vez en la ciudad de Trikala, al norte de Grecia.
La detención ocurrió minutos después de una exitosa expropiación a una sucursal bancaria en pleno centro de la ciudad helénica. Con 46,900 Euros en la bolsa, Alfredo y su compañero, de ideas y acción, Christos Stratigopoulos, lograron huir del lugar en auto; lamentablemente, fueron interceptados en un retén policial tras enfrentarse a balazos con las autoridades. Acusados de robo armado ―después de nueve horas de audiencia― ambos fueron condenados a “prisión preventiva”, sentencia que, según la legislación griega, puede alcanzar hasta dieciocho meses de cárcel.
Alfredo María Bonanno, redactor responsable de las revistas Provocazione yAnarchismo, desde la década de los ochenta; con más de veinte volúmenes e infinidad de folletos a su haber (1) , sin duda, es el teórico más importante del anarquismo contemporáneo. Conocido en nuestras tiendas por sus elaboraciones en torno al proyecto insurreccionalista y sus aportaciones metodológicas. Entre sus libros destacan Poder y Contrapoder, La dimensión anárquica, Teoría y Práctica de la Insurrección, La destrucción necesaria y, Afinidad y organización informal. Asimismo, son de resaltar entre su amplia producción de folletos, La tensión anárquica, Otra vuelta de tuerca del capitalismo y El placer armado, este último fue prohibido en Italia, por lo que le condenaron a 18 meses de cárcel, acusado de “apología a la violencia y subversión”.
Volvería a visitar la cárcel en 1989, al ser detenido junto al compañero Pippo Stasi, durante una expropiación frustrada por la policía a una joyería en Bergamo. Esta vez, permanecería dos años en prisión al ser reducidas todas las condenas por decreto gubernamental, en un intento por nivelar las diferencias en la impartición de justicia resultante de la aplicación del nuevo Código Penal. Para Alfredo y Pippo, esto sólo sería cuestión de “buena suerte” y una excelente oportunidad de “reintegrarse a la lucha”. (2) A mediados de noviembre de 1995, se desata en Italia una cacería de brujas anti-anarquista. La operación represiva estaría dirigida por el fiscal Antonio Marini y sería tristemente conocida como el“Proceso Marini”, rebasando los límites de la infamia. Entre los artilugios del fiscal estaría la invención de la ORAI (Organización Revolucionaria Anarquista Insurreccionalista); fantasmagórica organización que pondría tras las rejas en 1996 a sesenta y ocho anarquistas, entre ellos Alfredo María Bonanno, acusado de ser el autor intelectual e ideólogo de dicha organización. La farsa, supuestamente quedaba sustentada en el folleto de su autoría “Nueva vuelta de tuerca del capitalismo”, en el que, según la fiscalía, se encuentra sintetizado el “programa fundacional” de la organización insurreccionalista. El “proceso Marini” culminaría el 20 de abril de 2004, con la condena de once de los compañeros detenidos. Bonanno, sería uno de ellos, sentenciado a seis años de cárcel por “apología y propaganda subversiva” entre otros “delitos”.
Alfredo, nació en la ciudad de Catania, Sicilia, en 1937. A los 13 años de edad tuvo su primer acercamiento con el anarquismo; encontrando un movimiento totalmente polarizado. Por aquellas fechas, se hallaba fuertemente dividido entre “puristas” y “revisionistas”. En el primer grupo, se concentraba la mayor parte del anarquismo italiano, organizados al interior de la FAI (Federación Anarquista Italiana); el segundo, se constituía en torno a la corriente que encabezaba Pier Carlo Masini, con rígidos planteamientos en pro de la “unidad táctica”. Esta corriente, señalada como “revisionista marxista” era una escisión al interior de la FAI, dirigida por Masini y animada por jóvenes que provenían más del antifascismo que del movimiento anarquista propiamente dicho, algunos de ellos integrantes de Gioventù Anarchica. Fue por esos días que Pier Carlo Masini, llegará a Catania a impartir una conferencia; en ella llamó a la conformación de un movimiento disciplinado, orientado y federado, que impulsara al proletariado y fuera su vanguardia; obsequiando entre los presentes L’ Impulso (3) a modo de presentación . Poco después, durante el Encuentro de Frascati, celebrado el 12 de marzo de 1950, el grupo de Masini se separaría de la FAI, al no ser admitidos en dicho encuentro, y se constituiría como los Gruppi Anarchici di Azione Proletaria (GAAP). Pero, no sería hasta 1953 en el “Congresso Nazionale di Civitavecchia” que se produce la ruptura definitiva entre los gaapistas y la FAI. A partir de entonces los GAAP perderían fuerza y se consumirían, pasando a engrosar diferentes organizaciones de la izquierda autoritaria y demostrando sus verdaderas intenciones. (4)
Ante esta dicotomía burda, al interior del especifismo italiano, la mayoría de los jóvenes optarían por deslindarse, separándose de Gioventù Anarchica. Al no sentirse identificados con ninguna de las corrientes en pugna, constituirían un sinfín de grupos nombrados según la región o ciudad a la que pertenecían (Milano I, Bologna I, etc.), diferenciándose así de la los GAAP y de la FAI.(5) Estos jóvenes, volvían su mirada a la historia del anarquismo y recurrían a las prácticas de la organización informal y la acción directa, haciendo a un lado el “anarquismo de laboratorio” (y de salón) de la FAI y, al bolchevismo “libertario” de los Grupos Anarquistas de Acción Proletaria. Sin proponérselo, daban los primeros pasos hacia el camino que, diecisiete años después, conduciría al abandono del nefasto “anarquismo en transición” . (6)
Retomando las prácticas anárquicas y consecuentes con sus teorías, laespropriazione pronto se convertiría en el medio ideal para estos núcleos autónomos de jóvenes quienes, mediante la praxis, comenzaban a difundir su ideal. De esta forma se apropiaban de los medios necesarios para editar sus publicaciones y también, concretaban los materiales para el ataque directo al Estado-capital y sus representantes. Así, algunos de estos grupos de afinidad, decidirían recaudar los fondos requeridos para celebrar el primerCampeggio Anarchico Giovanille. De esta manera, entrarían en contacto con José Lluis Facerías, quien estaba refugiado en Italia por esas fechas con el seudónimo de Alberto y apoyaría con entusiasmo el proyecto que, bajo su impulso, no tardaría en concretarse como “Campeggio Anarchico Internazionale”. Facerías, aunque en teoría se asumía anarcosindicalista y acérrimo defensor de la organización centralista, en la práctica reivindicaba la expropiación y la acción directa y como método organizativo recomendaba el grupo mínimo de afinidad. Así es como, junto a otro compañero español, conforma un grupo de acción integrado por 2 jóvenes de Génova y un turinés, que logra una exitosa expropiación en detrimento del Banco de Turín. A esta acción le seguirían infinidad de expropiaciones a lo largo y ancho de la bota itálica que harían posible el primer campamento y los subsiguientes (7) . Sin duda, Facerías influenciaría de forma determinante en los jóvenes anarquistas italianos de la década de los cincuenta, entre ellos aAlfredo María Bonanno .
A sus 73 primaveras, con más de cincuenta años dedicados, en pensamiento y acción, a la Anarquía, Alfredo María Bonanno, continúa en la lucha, consecuente con la praxis que predica y su proyecto de vida: VIVIR LA ANARQUÏA. Por ello, en ciertos sectores “oscuros” de nuestras tiendas se le condena y, peor aún, se le silencia. No cabe la menor duda: Alfredo, es una amenaza, no sólo para el clero y el Estado-capital que combate cotidianamente con dientes y uñas. También es una amenaza para el “oficialismo libertario” y un flagelo para la reacción inmovilista que se disfraza con su camiseta negra desde la comodidad del Status Quo, llamando a la inacción y depositando sus “esperanzas” en la evolución eterna y parsimoniosa de la Humanidad. Alfredo vive la Anarquía, no la abandona al laboratorio ni ―mucho menos― la limita al pasado reduciéndola a la conmemoración de efemérides y a la pasiva lectura de los libros de historia.

1 comentario:

  1. ese no es bonanno, es Murray N. Rothbard
    http://rothbardinstitute.wordpress.com/about/

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