Ángel Pestaña, considerado como una de las figuras más destacadas del anarcosindicalismo español, nació el 14 de febrero de 1886
en Santo Tomás de las Ollas, una aldea próxima a Ponferrada (León), en
el seno de una familia humilde. Huérfano de su padre desde niño y sin
haber conocido a su madre, se vió obligado desde pequeño a ganarse el
sustento, por lo que trabajó en diversos oficios, hasta aprender
finalmente la profesión de relojero. A los quince años es encarcelado en
Sestao durante tres meses por unas declaraciones espontáneas en un
mitin.
Si Salvador Seguí,
su maestro, era el prototipo del líder carismático, Pestaña encarna el
tipo místico y austero. Después de viajar por España, Francia y el norte
de África, fijó su residencia en Barcelona, adonde llegó poco antes de
morir Anselmo Lorenzo, que lo acogió en el círculo de "Tierra y Libertad".
En el Congreso de la CNT de Cataluña, celebrado en Sans (Barcelona), del 28 de junio al 1 de julio de 1918, tuvo una actuación destacada. Durante el mitin de clausura dijo, entre otras cosas:
"Después de este Congreso ya no será pan lo que pediremos, después
del fracaso manifiesto del sistema capitalista; desde hoy reclamaremos
justicia, reclamaremos equidad, y por fin, reclamaremos los medios de
producción y de distribución... No queremos negar a nadie el derecho a
la vida, pero no queremos tampoco que ese derecho se nos niegue a
nosotros".
El Congreso le designa por unamimidad director de Solidaridad Obrera, desde donde inicia una valiente campaña contra el jefe de policía Bravo Portillo, a quien acusó, con razón, de ser un espía de los alemanes. El 2 de abril de 1919, en plena huelga de la Canadiense, Pestaña fue detenido, a la vez que era suspendida la edición de Solidaridad Obrera.
En marzo de 1920 salió de España en representación de la CNT para asistir al II Congreso de la Internacional Comunista y a las sesiones preliminares de la Internacional Sindical Roja. Durante su estancia en la Unión Soviética, tuvo ocasión de conocer a Lenin, Trotski, Zinoviev, Radek, Luzovsky
y otros dirigentes comunistas. Pestaña fue uno de los escasos delegados
que se atrevieron a enfrentarse a la línea impuesta por los comunistas.
A su regreso a Barcelona, fue inmediatamente detenido; durante su
encarcelamiento, redactó un extenso informe sobre su viaje a la Unión
Soviética. En junio de 1922, en la Conferencia de Zaragoza, fue aprobado su informe.
Como su compañero y maestro Salvador Seguí,
Pestaña condenó el pistolerismo surgido en Barcelona a principios de la
década de los años veinte, distanciándose del crimen y el terror como
medios de lucha:
"No. En nombre de nuestras ideas, en nombre de nuestros
principios, en nombre de nuestro apostolado, no se puede matar, no debe
llegarse al crimen individual. Rechazo la violencia individual cuando
llega el derramamiento de sangre".
Precisamente en este contexto, el 26 de agosto de 1922
fue objeto de un atentado mientras se hallaba pronunciando un discurso
en Manresa, que estuvo a punto de costarle la vida y que provocó la
indignación de casi toda España. El atentado contra Pestaña condujo a la
destitución del general Arlegui y del gobernador civil de Barcelona, Martínez Anido, y puso fin a la siniestra "ley de fugas",
consistente en el asesinato legal de sindicalistas. Restablecido de su
atentado, Pestaña fue invitado a pronunciar una conferencia en el Ateneo
de Barcelona, en la que afirmó:
"Los sindicalistas actuarán dentro de la ley siempre que la ley se respete".
Durante la dictadura de Primo de Rivera, Pestaña, convertido en la figura máxima de la CNT debido al asesinato de Salvador Seguí, vivió escondido o en la cárcel. Tras la fundación de la Federación Anarquista Ibérica (FAI), en 1927,
Pestaña fue, junto con Peiró, uno de los líderes que más
encarnizadamente se opusieron a la hegemonía de esa organización
específica sobre la CNT.
En junio de 1933, ya proclamada la II República (1931-1939), se desplazó a Madrid para asistir al Congreso extraordinario de la CNT, en el que leyó el informe del Comité Nacional:
"El régimen capitalista declina. Es preciso que, aunque aceptemos el
punto de vista de que el régimen capitalista declina, convengamos en que
si la clase trabajadora no lo empuja, podrá mantenerse mucho tiempo".
A su regreso a Barcelona firmó, en agosto de 1931, con otros militantes de la CNT opuestos a la FAI, el Manifiesto de los Treinta, por lo que es expulsado de la CNT.
A finales de 1932 decidió fundar, con un grupo de partidarios, el Partido Sindicalista, que marcó una ruptura formal con el anarquismo y su evolución hacia un sindicalismo político inspirado en el laborismo inglés:
"La constitución del Partido Sindicalista obedece a la necesidad de
recoger en una organización adecuada la acción política derivada de la
acción sindical económica... Por esto hay que insistir afirmando la
existencia de una acción sindical económica y de una acción sindical
política". "No somos marxistas. Y como no somos marxistas no podíamos
inscribirnos en las filas del Partido Socialista o del Partido
Comunista, que son marxistas, sin dejar de ser nosotros lo que somos...
No somos marxistas porque no creemos en el fatalismo económico... Por lo
tanto, al aceptar el marxismo, hay que aceptar que las formas sociales
son las resultantes obligadas de las formas económicas, con lo que se
destruye en él cuantas ambiciones pueda tener de mejorar su cultura, su
moral, su conocimiento y su deseo de saber el cómo y el por qué de todo
cuanto le rodea. Es decir, se destruye en él la espiritualidad y cuanto
le impulse a buscar lo superior y lo elevado. Se le reduce casi a la
condición de bestia. De una bestia un poco más inteligente que las demás
bestias; pero se le reduce a tal condición. Pues para él las ideas no
significan nada; lo son los hechos económicos".
Con la llegada del Frente Popular, y las elecciones de 1936, fue elegido diputado. Poco después de la fundación de la Falange española, se entrevistó con José Antonio Primo de Rivera. Según Diego Abad de Santillán, Pestaña sostuvo que habría sido razonable un acercamiento con José Antonio.
Al estallar la Guerra Civil Española, regresó a las filas de la CNT, en la que no volvió a jugar un papel de relevancia.
https://docs.google.com/file/d/0BxolbZDtPTaWM2JmNWRjYWQtMTRkMy00ZGM3LThlZGQtYzliMmE1YzUxODlh/edit
Memoria de Angel Pestaña sobre el II Congreso de la Tercera Internacional
http://www.fondation-besnard.org/article.php3?id_article=444
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